La esparceta o pipirigallo, una leguminosa que puede encontrarse en varias zonas de Europa, entre las que se encuentra Aragón y Cataluña, ha demostrado que contiene taninos que pueden reducir la carga de parásitos internos presente en pequeños rumiantes, según informa el American Consortium for Small Ruminant Parasite Control (Consorcio Americano para el Control de Parásitos de Pequeños Rumiantes).
Esta especie responde al nombre científico de ‘Onobrychis viciifolia Scop.’ y suele crecer en suelos calcáreos. Hay dos grupos principales de variedades de esparceta: simple y doble. El primero estará en flor solo una vez al año, mientras que el segundo tipo puede tener varios crecimientos en un año.
El consumo de esparceta se ha asociado experimentalmente con una disminución en el establecimiento de larvas infecciosas de la tercera etapa y una reducción en el recuento de huevos fecales, debido a una fertilidad femenina reducida y/o (con menos frecuencia) un número reducido de gusanos.
Estos efectos antihelmínticos dependen de la concentración de taninos condensados en la dieta, ya que es necesario un umbral mínimo, y de la duración de la distribución, de al menos 15 días. Los efectos se han demostrado con heno, ensilaje y también pellets deshidratados.
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