Los ovinos que sufren una infección de parásitos reducen su ingesta de pastos. De hecho, estos cambios pueden ser utilizados como indicadores de enfermedad. Actualmente existe la tecnología para medir la actividad animal en los pastos. Los científicos están utilizando la tecnología disponible para determinar si la actividad física se puede utilizar para acceder al impacto de los parásitos gastrointestinales.
Investigadores de Nueva Zelanda midieron el peso corporal, el recuento de huevos fecales y la actividad general en dos grupos de corderos cruzados Romney y Suffolk. Todos los corderos recibieron antihelmínticos al comienzo del experimento. La mitad de los corderos recibieron antihelmínticos cada 14 días. La otra mitad no recibió más tratamiento. Después de 42 días de pastoreo en una pradera contaminada, los corderos fueron monitoreados durante cuatro días para la actividad física con sensores de acelerómetros triaxiales montados en arneses de cría de carnero.
El tratamiento con antihelmínticos no afectó al peso corporal. Se encontró un efecto del tratamiento y del peso inicial del cordero sobre la actividad general, identificando un impacto negativo del parasitismo subclínico sobre la actividad en corderos más pesados. Si se pudiera determinar un umbral de actividad, podría servir como un indicador temprano de parasitismo en las ovejas. Sería especialmente útil para las ovejas que se controlan de forma remota. El cambio de actividad sin un crecimiento deficiente podría ser un indicador de resiliencia, según la información del American Consortium for Small Ruminant Parasite Control.
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