Entre los factores sanitarios que interfieren con la producción ganadera, las infecciones parasitarias por helmintos ocupan el primer lugar en cuanto a pérdidas productivas en las explotaciones de ovino. Una gran proporción del ganado ovino se explota en régimen extensivo o semi-extensivo, por lo que prácticamente el 100% de los rebaños en pastoreo están infectados por helmintos, y especialmente por nematodos gastrointestinales (NGI). Se estima que prácticamente el 100% de los ovinos adultos en pastoreo está parasitado con nematodos gastrointestinales, aunque la intensidad de la infección suele ser moderada. Las infecciones por NGI ocasionan pérdidas productivas que se manifiestan principalmente en la reducción de la producción láctea, ganancia de peso y en la producción de lana. El abuso de la utilización de los fármacos antihelmínticos para controlar estas infecciones ha dado lugar a la aparición de las resistencias antihelmínticas, lo que supone un incremento innecesario de los costes de producción, y la presencia de residuos en la leche y la carne.
Gracias al proyecto de I+D+i realizado entre la cooperativa Cobadu y la Universidad de León durante el pasado año 2017, titulado, ‘Mejora de la productividad en rebaños ovinos mediante el control de las helmintosis digestivas’, se comprobó que de los 41 rebaños estudiados, todos ellos (100%) se encontraban infectados por NGI, aunque el 15% con niveles de infección bajos, por lo que no sería necesario la administración de un tratamiento antihelmíntico. En estos rebaños se determinó la presencia de resistencias a fármacos benzimidazoles, encontrando un 39% de explotaciones resistentes o con sospecha de resistencia.
En este proyecto también se evaluó el control de la infección, mediante la administración de un fármaco antihelmíntico o con una suplementación de proteína en la dieta, sobre la producción y la calidad de la leche en 18 explotaciones que se encontraban dentro del control lechero. Como era de esperar, la administración del fármaco supuso una eliminación menor de huevos en heces de NGI durante toda la lactación.
En cuanto al efecto del control de los NGI sobre la producción láctea, en el 25% de los rebaños hubo un incremento medio, en litros, del 16% tras la administración de un tratamiento antihelmíntico; mientras que en el 13% de las explotaciones, tras la administración de una dieta hiperprotéica, el nivel de producción se incrementó un 20%. También se estudió el efecto de la administración del antihelmíntico sobre la calidad de la leche en dos de los rebaños, encontrado un incremento en el porcentaje total de grasa del 14% y 23%, y un incremento en el porcentaje total de proteína del 16% y 25%, con respecto al grupo control.
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