El consumo de carne fresca de ovino y caprino en los hogares españoles continúa con una clara tendencia a la baja. Así lo señalan los últimos datos oficiales del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama), que publica estas estadísticas a través del Panel de Consumo Alimentario. Así, en el plazo que transcurrió entre diciembre de 2016 y noviembre de 2017, último mes de actualización, los hogares españoles consumieron un total de 72,1 millones de kilogramos de carne fresca de ovino y caprino, lo que significa una caída del 4,2% respecto a los doce meses inmediatamente anteriores.
Esta caída es menos acentuada en valor económico, debido a una subida de precios en este producto. Así, en los doce meses analizados, los españoles se gastaron para el consumo en hogares un total de 742,86 millones de euros, con un descenso del 1,4% respecto al periodo anterior.
Por otra parte, el consumo ‘per capita’ de carne ovina y caprina se sitúa en España en 1,57 kilogramos. Esta cantidad es sensiblemente inferior a las registradas en carne de pollo (13,49 kilos), cerdo (10,59 kilos) o vacuno (5,40 kilos). También se encuentra por debajo de las categorías de ‘carne transformada’, con 11,89 kilogramos por persona y año, y ‘resto de carnes’, con 5,32 kilos. La carne de pequeños rumiantes únicamente supera a la de conejo, que se queda con 1,21 kilos por persona y año.
Para cerrar el balance del año 2017, habrá que esperar a que el Mapama publique los datos relativos a diciembre, en los que el alto consumo estacional de cordero y cabrito, debido a las festividades navideñas, suele triplicar el consumo en hogares que se da en cualquier otro mes del año
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