La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha confirmado en un informe la baja incidencia que tienen las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EETs) en la Unión Europea (UE).
Así figura en el segundo dossier de monitorización dado a conocer por la EFSA sobre este tipo de enfermedades entre las que se encuentra la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) clásica -más conocida como "mal de las vacas locas"-.
La Autoridad ha recopilado información sobre la incidencia de las EETs en 2016 en todo el territorio comunitario, Islandia, Noruega y Suiza; con cinco casos de EEB de un total de 1,3 millones de animales analizados y sólo uno de ellos de tipología clásica ("mal de las vacas locas").
Ninguno de esos casos supuso amenaza alguna para la salud pública, ya que no entraron en la cadena alimentaria.
En ese sentido, la EFSA ha informado de que, con la excepción de la EEB clásica, "no hay evidencias científicas" de que el resto de EETs puedan transmitirse a los humanos.
El informe resalta que 2016 fue el primer año en el que Reino Unido no reportó ningún caso de Encefalopatía Espongiforme Bovina desde que comenzó la epidemia a principios de siglo.
De escrapie o tembladera se detectaron 685 casos en ovejas (de un total de 286.351 analizadas) y 634 en caprino (de 110.832 analizados).
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