La organización agraria Unión de Uniones analiza el Real Decreto 138/2020 , de 28 de enero, por el que se establece la normativa básica en materia de actuaciones sanitarias en especies cinegéticas que actúan como reservorio de la tuberculosis, que dispone medidas para luchar contra la expansión de esta enfermedad, no sólo sobre el ganado doméstico, sino también en fauna salvaje que sirven de propagadoras o mantenedoras de la infección.
“Más allá de la efectividad de la norma, que está aún por ver, para Unión de Uniones esto supone casi un cambio de paradigma en el tratamiento de la enfermedad por parte de la administración. Ante los aumentos en estos pasados años, muy importantes, de la prevalencia y la incidencia de la enfermedad en nuestro ganado, desde el Ministerio hasta hace muy poco ser argumentaba, contrariamente a lo defendido por nuestra organización, que el papel de la fauna salvaje como elemento de infección no era significativo y que había que intensificar las actuaciones del programa de lucha y erradicación en las granjas. Ello ha sido así, a pesar de que el Plan Nacional de Vigilancia de la Fauna Silvestre, implantado en 2011, ha venido reflejando en sus informes anuales que especies como el jabalí y los cérvidos representan un riesgo real de expansión de la enfermedad”, señala la organización agraria.
Esta normativa tiene repercusión en pequeños rumiantes, ya que las explotaciones caprinas que comparten pastos o tienen alguna relación epidemiológica con rebaños de ganado vacuno pasan a ser analizadas por las campañas de saneamiento ganadero.
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