El consumo de carne fresca de ovino y caprino en los hogares españoles continúa en cifras preocupantes. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha actualizado recientemente los datos relativos al mes de noviembre de 2018, en el que vuelve a confirmarse
Así, en el periodo que transcurre de diciembre de 2017 a noviembre de 2018, se consumieron en los hogares españoles un total de 64.848 toneladas de carne fresca de ovino y caprino, lo que significa un descenso porcentual del 6% frente a las 68.999 toneladas que se consumieron en el tramo entre diciembre de 2016 y noviembre de 2017.
Por lo tanto, a pesar de los esfuerzos del sector por fomentar el consumo interno, continúa una caída importante que por el momento no encuentra freno. Traducido a consumo ‘per cápita’, el índice es de 1,42 kilogramos por persona y año. Esta cifra se encuentra claramente por debajo de otros tipos de carne como pollo (12,64 kilos), cerdo (10,01 kilos) y vacuno (4,91 kilos), además de la carne procesada (11,62 kilos). Únicamente supera a la carne de conejo, con 0,98 kilos por persona y año.
Por lo que respecta al valor económico, también se ha producido un descenso interanual, aunque bastante más matizado, ya que se ha pasado de 742,86 millones de euros a 719,43 millones en el último balance interanual, por lo que en este caso la reducción es del 3,2%.
Será clave la próxima publicación de los datos del mes de diciembre, que es la época en la que más carne de ovino y caprino se consume en los hogares españoles, debido a las festividades navideñas. Los datos globales de 2018 permitirán saber si se sigue por la misma tónica de descenso o si ha habido un repunte en la parte final del año.
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