Alberto Maigler Moreno
Responsable del Servicio Técnico de Pequeños Rumiantes en De Heus Nutrición Animal
El coste aproximado de llevar una cordera al primer parto es de unos 200 euros, siempre que la edad al primer parto sea alrededor de los 13 meses, con datos ya contrastados por trabajos científicos anteriores. Con datos de 2019 y de 2023 de la Unión de Asociaciones Ganaderas de Castilla y León (Uagcyl), la edad media al primer parto de Assaf ha pasado de 18 a 17 meses, en Lacaune de 17 a 18, Churra se ha mantenido en 19 meses y Castellana ha pasado de 19 a 15 meses. No se observa una clara evolución en esa edad al primer parto.
El coste total de la recría se obtiene calculando el precio de los lactoreemplazantes y piensos que tienen en las diferentes etapas de la recría, que son unos 145 euros de coste de alimentación total con la edad al primer parto de esos 13 meses. A ello se le debe imputar un valor inicial del cordero de 15 euros y unos 40 euros en gastos de sanidad, mano de obra, amortización de instalaciones… Como total, dan esos 200 euros.
En la actualidad, la información recogida por De Heus indica que el porcentaje de reposición de las ganaderías se puede agrupar en tres grupos: 20-25% (mantenimiento), 30-35% (crecimiento progresivo o alto porcentaje de bajas), 40-45% (crecimiento rápido o explotaciones que no dejaron recría el año anterior).
Preparto
Toda recría comienza en el preparto de sus madres. Si se hace un análisis del desarrollo tisular, más del 70% del tejido óseo de la cordera ya se ha desarrollado en el momento del parto. También se produce crecimiento muscular o adiposo. Otro de los desarrollos importantes antes del nacimiento es la mamogénesis, es decir, el desarrollo de la ubre. Los puentes mamarios ya comienzan a formarse a los 30 días de gestación, para formarse después las yemas mamarias y el pezón. De hecho, la cisterna se forma en los días previos al nacimiento.
La evolución de la ubre en una cordera tiene un periodo crítico entre 5 y 22 semanas de vida. Del destete a la pubertad, se produce el engrosamiento, alargamiento y ramificación de los conductos, después de la deposición de grasa, el desarrollo ductal, el tejido secretor y la actividad secretora.
Los objetivos del preparto deben ser los siguientes: preparación para la lactación; prevenir toxemia de gestación y problemas metabólicos; conseguir una buena calidad de calostro; condición corporal adecuada y buen crecimiento fetal.
Encalostrado y lactancia
Es vital que las corderas tengan un buen calostro por su función inmunológica, laxante y nutricional. El calostro evoluciona en función de las horas de postparto, por lo que es importante el momento de la primera toma.
En el caso de una restricción del alimento durante la lactancia, en animales de cebo tiene unas consecuencias como menor peso corporal, mayor acúmulo de grasa, función hepática afectada e inflamación. En la recría, produce menor peso corporal, retraso en la pubertad e inflamación.
Los objetivos de esta fase son los siguientes: priorizar el crecimiento óseo y de musculatura sobre la grasa; minimizar desórdenes digestivos y bajas; adaptación a la estimulación sólida con máxima palatabilidad.
En la transición entre la inmunidad pasiva de los anticuerpos maternales y la inmunidad activa adquirida por el animal, se corre el riesgo de tener un vacío inmunitario, por lo que es importante la actuación del calostro.
Además, durante la lactancia se desarrolla el rumen, por lo que es importante ir introduciendo la ingesta de concentrados y forraje. De hecho, limitar la ingesta de leche es el único estímulo para que la cordera empiece a comer sólido y se produzca el desarrollo del rumen.
Fase de cría (2-4 meses)
Es un periodo crítico para la mamogénesis, por lo que un déficit de la alimentación en este periodo lleva a un mal desarrollo de la glándula mamaria. Además, la ubre tiene un crecimiento isométrico-alométrico y es importante el inicio del desarrollo ruminal y reticular.
Los objetivos en esta fase son los siguientes: destete gradual, progresivo y sano; estímulo consumo de forraje y concentrado; inicio del desarrollo ruminal.
Fase de recría (4-8 meses)
En esta fase hay un crecimiento alométrico de la glándula mamaria, comenzándose a formar los ductos y el estroma mamario. Además, hay un desarrollo total del rumen.
Los objetivos de esta fase son los siguientes: desarrollo necesario para la cubrición; desarrollo mamario sin engrasamiento; mantener una condición corporal acorde y adecuada.
Fase de cubrición (8-9 meses)
Varios estudios científicos avalan la cubrición de las corderas aproximadamente a los 8 o 9 meses de vida. Jurado y Jiménez (2013) señalaron que la edad al primer parto influye en mayor duración de la vida productiva en Rasa Aragonesa y una mayor ventaja a nivel de producción en Assaf. Zidi, Caja et al. (2007) realizó una comparación de los efectos de la alimentación prepuberal en raza Manchega y Lacaune. Por su parte, Hernández et al (2011) recomienda una edad al primer parto de 390 días en raza Lacaune. Por lo tanto, no hay evidencia científica en mejoras si se cubre por encima de los 8 meses de vida.
Los objetivos para esta fase son los siguientes: alcanzar condición corporal óptima para cubrición; continuo crecimiento y desarrollo estructural.
Una temprana edad al primer parto permite tener una serie de ventajas económicas, ya que supone un ahorro en costes en alimentación, sanidad, instalaciones y porcentaje de reposición. También tiene unas ventajas productivas: mayor longevidad, mejor desarrollo ruminal y mayor producción.
En una granja de 1.000 ovejas, con una tasa de desvieje del 20%, una edad media al primer parto de 13 meses hace que se necesiten 216 corderas, mientras que en el segundo caso serían 267 corderas. En un cálculo de 560 litros por oveja y año, el coste total de la recría con edad al primer parto de 13 meses sería de 45.400 euros, pero si la edad al primer parto es de 16 meses se eleva a 65.754 euros, ya que se necesitan más animales y se eleva el coste por cordera. Repercutido en el coste de euros por litro de leche, pasaría de 0,08 a 0,12 euros.
Por último, teniendo en cuenta un precio del litro de leche de 1,297 euros, el coste de la recría sería de 0,187 euros y el coste de alimentación serían 0,33 euros. Por lo tanto, quedarían 0,78 euros por litro para mano de obra, instalaciones, sanidad, beneficio empresarial…
La recría debe basarse en varios aspectos:
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