Raúl Martínez Fernández
Técnico de Rumiantes de Laboratorios Syva
(Esta ponencia recoge la actualidad de la lengua azul durante la celebración del XXVI FORO NACIONAL DE OVINO, a principios del mes de junio)
18/11/2024El Virus de la Lengua Azul (VLA), con su multitud de serotipos, es un virus ARN que tiene una elevada capacidad de mutación. Además, no hay inmunidad cruzada entre los serotipos que conocemos. Existe cierta cercanía, más o menos, pero no hay inmunidad cruzada. Otra característica importante es que la enfermedad que provocan no es contagiosa pero si infecciosa: se transmite necesariamente a través de la picadura de un vector infectado, concretamente algunas especies del género Culicoides. Cuando hablamos de lengua azul no solo debemos pensar en la cabaña ovina y bovina, ya que la fauna silvestre juega un papel importantísimo tanto en la propagación como el reservorio del VLA en un área determinada.
Tendemos a identificar los vectores de transmisión con los mosquitos, sin embargo, debemos de ser conscientes de que los Culicoides no son mosquitos. El tamaño del Culicoide es muy inferior y apenas se aprecian en la piel de los animales o sobre la lana, por lo que ganaderos y veterinarios no están acostumbrados a detectarlos en las explotaciones. La presencia de Culicoides no tiene por qué estar relacionada con un aumento de los mosquitos. Además, esa confusión ha provocado que para frenar la lengua azul se haya actuado en ocasiones contra los mosquitos, por ejemplo en las zonas de cría, que son las zonas de agua. Los Culicoides crían sobre todo en las zonas donde hay materia orgánica, que es algo lógicamente muy común en cualquier explotación, por lo que la lucha contra el vector se convierte en una tarea muy compleja. Por ejemplo, se pueden colocar mallas, aunque tienen que tener un tamaño de tamiz adecuado. Sin embargo, se han detectado Culicoides infectados dentro de las instalaciones con mayor proporción que fuera de ellas.
Un factor importante es la vinculación que tiene la dispersión de los Culicoides con las temperaturas, no tanto con las temperaturas extremas, sino con las temperaturas medias. Con inviernos más suaves, que es lo que estamos viendo en estos últimos años, los Culicoides que se infectan al final del periodo de actividad del vector van a quedarse hibernando hasta el comienzo de la siguiente sesión de actividad. Eso ocurría solo en zonas más meridionales, pero ahora puede pasar en zonas amplias de España y probablemente de otros países de Europa. Esto es un factor clave a nivel epidemiológico que favorece la detección cada vez más temprana de animales infectados.
Por otro lado, está la capacidad que tienen de desplazarse en grandes enjambres, algo que se conocía desde los primeros brotes llegados desde el norte de África. Sobre todo en épocas de calor, son capaces de elevarse hasta 200 metros de altura, donde las corrientes de viento ya son mucho más planas y estables y pueden viajar bastantes kilómetros. También se vincula con el polvo en suspensión, que como sabemos se detecta en países como Francia o Alemania. Por lo tanto, no es un fenómeno que llega exclusivamente de África para infectar a España, Italia o Portugal, sino que se puede desplazar por todo el continente mediante ese sistema.
Otro aspecto de gran interés epidemiológico son las poblaciones de rumiantes silvestres, que actúan como un reservorio del virus, con seroprevalencias observadas por encima del 90%. Además, donde hay más rumiantes silvestres es, lógicamente, donde se detectan más focos, como ocurre por ejemplo en el suroeste español. Se están haciendo estudios en el resto de Europa para valorarlo.
Este escenario que hemos dibujado, quizás haya sido infravalorado por los distintos países europeos, a la luz de la evolución de la enfermedad por el continente.
La evolución en España de 2023 a 2024 indica que, de los últimos ejercicios, probablemente sea el año más problemático, no tanto por el número de focos, sino por la dispersión observada. A finales de agosto y septiembre de 2023, había focos de serotipo 4 en Castilla y León, en toda Castilla de la Mancha, excepto Guadalajara, pero comenzó a moverse hacia la zona norte, con focos en sur de Galicia, Asturias, Cantabria…muchos de esos focos en las zonas limítrofes con Portugal se vinculan al avance del virus por el país vecino, que apenas comenzó a vacunar de lengua azul a los bovinos en 2023. Se trata de un ejemplo claro de subestimar el riesgo potencial de la enfermedad.
El virus se ha ido extendiendo a otras zonas como Murcia, Alicante, Almería, Granada, que ya se han declarado zonas activas con circulación de serotipo 4. Lo cierto es que en España ya existe un plan de erradicación y control de la enfermedad, por lo tanto, a nivel mediático no ha tenido la repercusión que, por ejemplo ha tenido la rápida evolución de otro orbivirus como la enfermedad hemorrágica epizoótica en las vacas.
Se trata de un virus muy parecido, pero se invierten los papeles en cuanto al protagonismo de la clínica, siendo aquí el ganado ovino un posible reservorio. Se realizó un estudio con infecciones experimentales a especies de rumiantes en Italia…. En el caso del bovino, lógicamente se observan síntomas y se producen viremias. En el ovino no hay clínica, ni siquiera subclínica de ningún tipo, pero si se detecta viremia, es decir, como un posible ‘contenedor’ de la enfermedad.
Respecto a la evolución de la lengua azul en otros países, en el sur de Francia ha resurgido una nueva variante del serotipo 8, algo que se ha demostrado mediante secuenciación del virus. Se trata de una cepa más peligrosa, en el sentido de que se observa clínica tanto en ovino como en bovino, con muchos casos, desgraciadamente, de mortalidad en el ganado ovino. Desde ANSES, se ha comprobado que las vacunas actuales frente a serotipo 8 son eficaces en la prevención de la viremia con esta nueva variante, por lo tanto, el último tercio de 2023 Francia a ha procedido a vacunar ovino y bovino de los departamentos del sur. Lógicamente estos focos a pocos kilómetros de la frontera española suponen un desafío para la ganadería al sur de los Pirineos. Algunas comunidades como País Vasco, Asturias, Cantabria… han puesto un plan específico de vacunación con respecto al serotipo 8.
Pero lo más llamativo de la lengua azul en el continente ha sido la emergencia de un serotipo casi desconocido hasta entonces, el serotipo 3. Los brotes han surgido en el centro de Europa a partir de septiembre del año pasado; el país más afectado fue Países Bajos, con más de 5.000 focos. Al mes siguiente aparecieron focos en Bélgica, en Alemania, y el Reino Unido, por animales de exportación. Más que el número total de focos, lo más problemático de este serotipo es que produce más síntomas aún que el serotipo 8 con más de 70% de mortalidad. Únicamente en Países Bajos ha habido un total de 55.000 bajas, en torno al 7,5% del censo ovino, con lo cual obviamente es algo bastante crítico. La producción ovina neerlandesa es distinta, quizás sea menos especializada que la española, pero desde luego es muy impactante. Además, este serotipo afecta también a bovino y da casos de mortalidad en vacas, con mucha incidencia y mucha clínica. Por lo tanto, hablamos de un serotipo bastante peligroso para la ganadería, únicamente en Países Bajos ha supuesto un coste de 175 millones de euros y el mayor inconveniente es que no había vacuna en el año 2023 registrada en Europa. Para los veterinarios holandeses ha sido un gran impacto…hay que tener en cuenta que el día a día de los veterinarios era hacer sacrificios de urgencia.
Por tanto, el serotipo 3 del VLA supone un gran reto para la sanidad de los rumiantes en Europa si tenemos en cuenta el impacto que tuvo el serotipo 8, mucho menos agresivo, en el año 2008. Curiosamente su origen también estaba en Países Bajos, con una fuerte diseminación por toda Europa continental, en países como Suecia, Noruega, Reino Unido y por supuesto España. Con este pasado de la enfermedad, las autoridades sanitarias europeas eran conscientes de lo que se nos podía venir encima con el agravante de la clínica. Hubo un llamamiento por parte de Animal Health Europe a las empresas farmacéuticas que tenían capacidad de trabajar con el VLA y experiencia para valorar la posibilidad de desarrollar una vacuna contra este serotipo. Desde Laboratorios Syva asumimos este reto para el diseño de una nueva vacuna frente a este serotipo, en base a nuestra experiencia con Syvazul BTV. Esta petición llegó a finales de 2023 y, en apenas seis meses, se logró llevar a cabo con éxito el proyecto de Syvazul BTV 3, sobre todo gracias a la coordinación de equipos de I+D, autoridades regulatorias de Países Bajos y las cadenas de fabricación de los laboratorios, para disponer del volumen que se requiere para vacunar el máximo número de animales posible antes del periodo de actividad del vector. Se consiguió una autorización especial de uso para casos de emergencia basada en el Reglamento 2019/6, que en su artículo 110 recoge esa autorización especial de uso para casos de enfermedades emergentes, definidas en el Reglamento de Sanidad Animal de 2016 donde se incluye la lengua azul. Esa autorización se ha conseguido en Países Bajos, Bélgica y Alemania. El día 6 de mayo comenzó oficialmente la vacunación en Países Bajos y actualmente se ha llegado prácticamente al 100% de la cabaña de este país.
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