El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) señala que está en contacto permanente con las autoridades competentes de las comunidades autónomas para coordinar las decisiones estratégicas sobre la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE).
Fuentes del MAPA destacan que, desde la aparición del primer caso en España el 18 de noviembre de 2022, la administración central ha coordinado “con la antelación necesaria” con las comunidades autónomas toda la información y las medidas a tomar. “El objetivo es adoptar medidas proporcionales a una enfermedad vectorial como esta y no generar problemas adicionales a los ganaderos como restricción es al movimiento injustificadas”, enfatiza el MAPA.
Así, el Ministerio relata que se acordó no limitar los movimientos en el interior del país, permitiendo el movimiento de animales no sintomáticos, previa desinsectación de animales y vehículos. También se acordó iniciar las negociaciones a nivel europeo para flexibilizar los movimientos para vida desde las zonas con restricción (150 kilómetros alrededor de los focos) hacia otros países europeos, “objetivo ya conseguido”, según el MAPA. Sin embargo, el movimiento a sacrificio directo no tiene restricciones.
Según las fuentes, el Gobierno continúa recabando toda la información técnica necesaria para que, con el apoyo de otros Estados miembros de la Unión Europea (UE), se pueda revisar en profundidad y flexibilizar mucho más la reglamentación europea relacionada con esta enfermedad. El objetivo es poder llegar a eliminar la EHE de la lista de enfermedades de declaración obligatoria por la UE, “al menos para algunas especies”.
El MAPA subraya que, además, semanalmente se actualiza la situación, se envía la información a los responsables autonómicos y al sector y publica en su web las comarcas afectadas y la expansión de la enfermedad para que las autonomías y el sector puedan conocer la evolución de la EHE y fijar las medidas necesarias.
La EHE es una enfermedad vectorial infecciosa no contagiosa -se extiende con el viento- transmitida por mosquitos del género Culicoides que afecta a animales rumiantes silvestres y domésticos, pero en ningún caso a los humanos. “Su expansión se frenará con la llegada del invierno y la falta de presencia del vector”, afirma el MAPA.
Esta enfermedad, para la que actualmente no existe vacuna, está detectada en casi toda la península ibérica, a excepción de Galicia y Cataluña, y por su situación de insularidad también están libres Canarias y Baleares, según la información oficial. Afecta fundamentalmente al vacuno y, en las explotaciones afectadas, menos de un 10% del bovino puede presentar síntomas, como fiebre, lesiones en mucosa bucal, cojeras por inflamación del rodete coronario e inflamación de la lengua, que remiten aproximadamente en 15 días, con mortalidad inferior al 1%, según el MAPA.
El ganado caprino no es propenso a la infección y el ovino es susceptible, pero no presentan ninguna sintomatología.
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