El Departamento de Sanidad Animal de Neiker ha presentado sus resultados tras aplicar una estrategia ‘One Health’ en el estudio de la fiebre Q, que es una zoonosis ocasionada por la bacteria Coxiella burnetii cuyos principales reservorios de la infección son los pequeños rumiantes.
Así, a lo largo del año 2020 se han analizado los resultados obtenidos en el análisis de muestras ambientales (polvo de superficies) de 272 explotaciones ovinas y caprinas muestreadas en 2018-2019. Las principales variables asociadas al riesgo de infección han sido la comarca agraria, el censo y el contacto con otros rebaños, entre otras.
Se han identificado cinco genotipos de C. burnetii, siendo el más frecuente el SNP-8. El seguimiento de la infección natural por Coxiella en cuatro rebaños ovinos y un rebaño caprino indica que la infección desciende significativamente a lo largo de cuatro parideras, aunque se observan reactivaciones en función del manejo del rebaño.
Además, se ha estudiado el reservorio silvestre, detectándose la infección en jabalíes, corzos y ciervos. También se tiene pendiente el realizar el genotipado, para comprobar si las especies silvestres comparten genotipos con el ganado doméstico.
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